martes, 20 de octubre de 2015

Holywins


Desde hace algunos años diversas diócesis, parroquias y comunidades católicas en distintas partes del mundo se han propuesto recuperar el 31 de octubre como la Víspera de Todos los Santos. Así nació la celebración de “Holywins” (la santidad vence), para festejar con niños y jóvenes el llamado universal a la santidad.

  El concepto "Holywins" ("lo santo gana") nace, al parecer, en 2002 en París en una fiesta de Todos los Santos coordinada por la Comunidad de Emmanuel junto con otros movimientos católicos y los jóvenes de la diócesis para salir por las calles a evangelizar, repartiendo 150.000 ejemplares de una revista que hablaba sobre los santos, la muerte, la esperanza cristiana en la vida eterna, y reflexionaba sobre los seres queridos que ya murieron. En la revista había artículos de personajes conocidos en Francia, como la misionera Sor Emmanuel del Cairo, el periodista televisivo Karl Zéro, el caricaturista Piem, y algunos religiosos con buena pluma. Esta era una forma de llegar a los adultos.


Desde entonces, en muchos sitios de Europa y América se ha difundido la convocatoria a veladas de oración joven (hasta altas horas de la madrugada) en las vigilias de Todos los Santos.
La pionera en España fue la diócesis de Alcalá de Henares, que empezó en el año 2009.
En esta fiesta los más pequeños y jóvenes también se disfrazan e invitan a toda la familia a vestirse con sus santos favoritos y salir a la calle para evangelizar, contando historias de los santos y unirse en oración.



Disfraces

Hay tanta variedad de disfraces como Santos y Mártires en el mundo, os pongo algunos ejemplos de lo fácil que puede ser disfrazar a los niños.




Quien tenga una armadura, escudo y espada, puede ser San Jorge. Si le añades alas, San Miguel Arcángel.

Una tela marrón con capucha y una cuerda blanca vale para cualquier santo franciscano.

Una tela negra y capucha. S. Agustín


 El vestido de princesa de Carnaval sirve para cualquier princesa santa: Olga, Clotilde, Margarita de Escocia, Eduvigis...

Con un disfraz de vikingo, hacha y escudo redondo eres San Olaf o San Canuto.
Una boina y un pañuelo al cuello bastan para ser un mártir laico de los años 30, como el Beato Ceferino "el Pelé".


Con camisa a rayas y triángulo rojo invertido con una "P", un sacerdote mártir en un campo nazi (el padre Kolbe o Tito Grandma, por ejemplo)

Por supuesto, un traje de soldado romano o de dama romana puede representar a una infinidad de mártires antiguos.

Y una túnica y un manto (recuperado del belén viviente del colegio) sirven para ser uno de los Doce Apóstoles, o Sta. Mónica (con un manto cruzado y un pañuelo en la mano).




Ya tenéis varias ideas para fabricar un traje y salir a la calle a celebrar Holywins.

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